Idioma
Un hombre amargado necesita colocar sus problemas en la punta de su lengua para que sepan más dulces.
1.
Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno; porque tú estarás conmigo: Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.
2.
Humillaos pues bajo la poderosa mano de Dios, para que él os ensalce cuando fuere tiempo;
3.
Echando toda vuestra solicitud en él, porque él tiene cuidado de vosotros.
4.
Sed templados, y velad; porque vuestro adversario el diablo, cual león rugiente, anda alrededor buscando á quien devore: