La oración de Abraham por Sodoma y Gomorra está registrada en Génesis 18:16-33. La historia comienza cuando tres visitantes, que en realidad eran ángeles, llegan a la tienda de Abraham para entregar un mensaje sobre la inminente destrucción de Sodoma y Gomorra debido a su gran maldad.

Abraham, consciente de que su sobrino Lot vive en Sodoma, se preocupa por los justos que viven allí y comienza a interceder ante Dios por ellos. Se compromete en una oración audaz y humilde, buscando la misericordia y la justicia de Dios para las ciudades:

"Quizá hay cincuenta justos dentro de la ciudad: ¿destruirás también y no perdonarás al lugar por cincuenta justos que estén dentro de él?Lejos de ti el hacer tal, que hagas morir al justo con el impío y que sea el justo tratado como el impío; nunca tal hagas. El juez de toda la tierra, ¿no ha de hacer lo que es justo?" (Génesis 18:24-25).

Abraham continúa negociando con Dios, preguntándole sihSalvaríamos las ciudades si allí se encontraran cuarenta y cinco, cuarenta, treinta, veinte o incluso diez personas justas. Cada vez, Dios responde favorablemente a la petición de Abraham, prometiendo no destruir las ciudades si se encuentra un cierto número de personas justas.

Al final, se revela que no había ni diez justos en Sodoma, y las ciudades son destruidas, excepto Lot y su familia, a quienes los ángeles rescatan antes de la destrucción.

La oración de Abraham por Sodoma y Gomorra demuestra su compasión y preocupación por los demás, así como su audacia al acercarse a Dios con intercesión. También revela la voluntad de Dios de escuchar las oraciones dehSean servidores fieles y consideren sus peticiones, incluso en cuestiones de juicio.