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Apocalipsis
El Gran Dragón
1. En el Libro del Apocalipsis, el "Gran Dragón" es una figura simbólica que representa a Satanás, el diablo. Las imágenes del Gran Dragón se utilizan para representar la naturaleza poderosa y malévola del adversario y su papel al oponerse a Dios y a su pueblo.
2. La referencia al Gran Dragón se encuentra en Apocalipsis 12, donde el apóstol Juan describe una visión que recibió. En esta visión aparece una gran señal en el cielo: "una mujer vestida del sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas sobre su cabeza". La mujer está a punto de dar a luz y es amenazada por un dragón, descrito con siete cabezas, diez cuernos y siete coronas en sus cabezas.
3. El dragón busca devorar al hijo de la mujer tan pronto como nace, pero el niño es arrebatado para Dios y Su trono. Este niño es identificado como el Mesías, Jesucristo, quien finalmente triunfa sobre las fuerzas del mal. El dragón, incapaz de dañar al niño, centra su atención en hacer la guerra contra el resto de la descendencia de la mujer: aquellos que guardan los mandamientos de Dios y se aferran a su testimonio acerca de Jesús.
4. El simbolismo del Gran Dragón en el Apocalipsis representa el conflicto cósmico entre el bien y el mal, con Satanás como el máximo instigador de la oposición a Dios y su pueblo. Los intentos del dragón de destruir a la mujer y a su hijo reflejan los continuos esfuerzos de Satanás por frustrar el plan redentor de Dios y perseguir a quienes siguen a Cristo.
5. Las imágenes del Gran Dragón subrayan la guerra espiritual en la que participan los creyentes y la realidad de la oposición que enfrentan por parte de los poderes de las tinieblas. Sin embargo, la visión del Apocalipsis también destaca la victoria final de Cristo sobre las fuerzas del mal y la seguridad de protección para el pueblo de Dios.
6. El Gran Dragón del Apocalipsis es una representación simbólica de Satanás, el adversario de Dios y su pueblo. Las imágenes sirven para enfatizar la guerra espiritual y la persecución que enfrentan los creyentes, al mismo tiempo que señalan el triunfo final de Cristo y la seguridad de aquellos que permanecen fieles a Él.