1. Los recabitas eran un grupo de personas que se mencionan en el libro de Jeremías, específicamente en el capítulo 35. Eran descendientes de Jonadab, hijo de Recab, y se adhirieron a un estricto estilo de vida y código de conducta que les fue dado por sus antepasado.

2. La historia de los recabitas en Jeremías comienza cuando Dios le ordena a Jeremías que los lleve a una de las cámaras del templo y les ofrezca vino para beber. Jeremías sigue el mandato de Dios, pero los recabitas se niegan a beber el vino, explicando que su antepasado, Jonadab, les había ordenado no beber vino, construir casas, sembrar semillas ni plantar viñedos.

3. Jeremías luego usa este encuentro con los recabitas como una lección para el pueblo de Judá. Contrasta la fidelidad y obediencia de los recabitas con la desobediencia y la idolatría del pueblo de Judá. A pesar de recibir una orden de un antepasado humano, los recabitas la siguieron fielmente durante generaciones, mientras que el pueblo de Judá se rebelaba continuamente contra las órdenes de Dios.

4. Dios elogia a los recabitas por su obediencia y contrasta su fidelidad con la desobediencia e infidelidad del pueblo de Judá. Dios usa a los recabitas como ejemplo para mostrarle al pueblo cómo no han escuchado Sus mandamientos ni han vivido de acuerdo con Sus caminos.

5. La historia de los recabitas en Jeremías sirve como reprimenda al pueblo de Judá, destacando su infidelidad y falta de obediencia a Dios. Enfatiza la importancia de seguir los mandamientos de Dios y demuestra las bendiciones que provienen de la obediencia. El firme compromiso de los recabitas con las instrucciones de sus antepasados contrasta marcadamente con la infidelidad del pueblo de Judá y les sirve como un desafío para regresar a los caminos de Dios.