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Génesis
Abraham e Isaac
1. La historia de Abraham e Isaac es una narración importante del libro del Génesis en la Biblia. Muestra la fe inquebrantable de Abraham y su obediencia al mandato de Dios, al mismo tiempo que ilustra la provisión de Dios y la prueba de la lealtad de Abraham.
2. Según la historia, Abraham era un siervo fiel de Dios a quien Dios le había prometido que sería padre de muchas naciones. Sin embargo, con el paso de los años, Abraham y su esposa Sara quedaron sin hijos. Cuando Abraham ya era de edad avanzada, Dios cumplió su promesa y Sara dio a luz a un hijo llamado Isaac.
3. Pero entonces, Dios puso a prueba la fe de Abraham de una manera profunda y desafiante. Le ordenó a Abraham que tomara a Isaac, su único hijo, y lo ofreciera en holocausto en el monte Moriah. Esta petición fue una orden increíblemente difícil y aparentemente contradictoria, ya que Isaac era el hijo a través del cual se cumpliría la promesa de Dios de tener descendencia.
4. No obstante, Abraham demostró una obediencia notable. A la mañana siguiente, temprano, tomó a Isaac y a dos sirvientes y se dirigió al lugar designado. Cuando llegaron al monte Moriah, Abraham ordenó a sus sirvientes que esperaran mientras él e Isaac avanzaban solos.
5. Isaac, sintiendo que algo andaba mal, preguntó a su padre dónde estaba el cordero para el holocausto. Abraham, sin revelar el verdadero propósito, le aseguró a Isaac que Dios proporcionaría el cordero. Cuando llegaron al altar, Abraham lo construyó y dispuso la leña, luego ató a Isaac y lo puso encima.
6. Justo cuando Abraham levantó su cuchillo para sacrificar a su hijo, un ángel del Señor gritó y lo detuvo. El ángel elogió a Abraham por su fidelidad y le proporcionó un carnero atrapado en un matorral cercano para que fuera sacrificado. En reconocimiento de la confianza inquebrantable de Abraham en Dios, el ángel reafirmó la promesa de Dios de bendecirlo abundantemente.
7. La historia de Abraham e Isaac sirve como una profunda lección sobre la fe, la obediencia y la confianza en Dios. La disposición de Abraham a sacrificar a su hijo, a quien amaba profundamente, demostró el alcance de su devoción y creencia en la soberanía de Dios. También prefiguró el sacrificio supremo de Dios de su propio Hijo, Jesucristo, quien se convertiría en el Cordero de Dios y ofrecería salvación a la humanidad.
8. Esta narrativa a menudo se interpreta como un poderoso ejemplo de fe, que muestra la obediencia y la confianza que se requiere de los creyentes incluso cuando se enfrentan a circunstancias difíciles e incomprensibles. El acto de fe de Abraham ha resonado durante siglos y es un testimonio de su devoción y la fidelidad de Dios.