La plaga de piojos es una de las diez plagas registradas en la Biblia. Cuando Moisés extendió la vara de Aarón en el polvo de Egipto, el polvo se convirtió en piojos, y se arrastraron sobre las personas y los animales, causando gran dolor e incomodidad a los egipcios. (Éxodo 8:16-19)

El piojo apareció para mostrar a los egipcios el poder de los dioses y obligar al faraón a liberar a los israelitas. Estos piojos son muy numerosos y están ampliamente distribuidos, causando graves problemas en la vida de las personas. Los piojos pican la piel de humanos y animales, causando picazón severa e incomodidad, y causándoles sufrimiento físico.

A través de este desastre, Dios mostró su poder y autoridad a los egipcios, y advirtió a Faraón que si no se cumplía la voluntad de Dios, los desastres posteriores serían más graves.